El fenómeno explotó rápido en redes, donde ya se escucha a la gente decir: “¿Dónde se hace la fila para agarrar el buzo? ¡Yo quiero ser diputado aunque no sepa qué carajo hacer!”. Otros tiran que esto es el fin de la meritocracia y el inicio de la era “buzo-tocracia”. Porque si hay algo que aprendimos es que con un buzo violeta todo se soluciona, desde la inflación hasta el quilombo de la inseguridad.

Los candidatos no se quedan atrás, todos bien abrigados y firmes, porque acá lo importante no es tanto el discurso, sino que se note el buzo.

Algunos ya están pensando en hacer combos: buzo + escritorio + mate con bombilla, para arrancar la función con todo. Ni hablar de los que se ven de puntitas de pie para hacerse los humildes, pero que les da asco la suciedad y pisar un barrio carenciado.

Milei, el más capito de la movida, se hizo el misterioso y se guardó el buzo para él solo, dejando a la tropa con la promo en la mano y sin competencia. O será que se está preparando para la segunda tanda, donde el buzo viene con ascenso directo a ministro y hasta mayordomo oficial como "La Pepona" Iñaki.

Mientras tanto, en La Matanza ya hay vecinos que se anotaron para la promo, preguntando si el buzo viene con instrucciones, porque la política les queda grande pero el frío no.