La velada, supuestamente realizada en un búnker secreto bajo la Casa Rosada (o quizás en un sótano de Recoleta, dependiendo de quién cuente la historia), tenía como objetivo principal "reafirmar la lealtad a las raíces espirituales verdaderas", según un comunicado filtrado que nadie ha visto pero todos citan.

En lugar de hostias y vino, los asistentes disfrutaron de un catering kosher deluxe, con falafels voladores y matzá crujiente, todo mientras se proyectaban videos de bailes tradicionales israelíes remixados con beats electrónicos.

"Fue como una bar mitzvah con esteroides", comentó un invitado que pidió anonimato por miedo a que le quiten el subsidio al gas.

Caputo, conocido por su rol como asesor espiritual en el Gobierno (o lo que sea que haga exactamente), habría presidido la fiesta con un discurso que mezclaba citas del Talmud con chistes sobre el difunto Papa Francisco I.

"¡Abajo las cruces derechas, viva el sionismo invertido!", gritó supuestamente, mientras strippers vestidas de monjas al revés realizaban coreografías que harían sonrojar a un cardenal.

Las cruces invertidas, colgadas como piñatas, fueron el hit de la noche: los participantes las golpeaban con palos de golf importados de Tel Aviv, liberando confeti con estrellas de David.

Críticos del gobierno han calificado el evento como "un atentado contra la fe mayoritaria del país", mientras que defensores lo ven como "una audaz declaración de diversidad espiritual".

Un analista político, que prefiere no ser nombrado para no perder su columna en el diario, opinó: "Es el humor del poder. En Argentina, pasamos de misas a misiles en un abrir y cerrar de ojos. ¿Sionismo? Claro, porque nada dice 'libertad' como una fiesta donde el pecado es el invitado de honor".

Por ahora, Las Fuerzas del Cielo no han emitido comentarios oficiales, pero un tuit borrado de Caputo sugería: "El cielo no es para todos, especialmente si no sabes bailar el hava nagila".

Mientras tanto, la oposición prepara una moción para investigar si el presupuesto de la fiesta salió de fondos públicos o de donaciones misteriosas de lobistas internacionales.

En este país, la política siempre ha sido un circo, pero ahora parece que le agregaron trapecistas con kipá. Quedamos atentos a más revelaciones, o al menos a más memes.