En el Hermetismo Oficial (también conocido como “no confirma, no niega, pero ríe por lo bajo”), fuentes imaginarias aseguraron que el mensaje fue enviado a horas intempestivas (entre el mate y la sobremesa) y que Mirtha, con su impronta de anfitriona, habría respondido con un emoji de copita y la frase: “Traé el postre y hablamos”.

De inmediato, la versión corrió como pólvora en los grupos familiares, en las sobremesas de radio y en el WhatsApp de la vecina que todo lo sabe.

No es la primera vez que Cristina y Mirtha ocupan el mismo capítulo de la telenovela pública: sentencias, editoriales y sobremesas picantes han marcado episodios de idas y vueltas entre la política y la farándula. La relación, cuando aparece, siempre suma titulares y medias sonrisas en las mesas.

Para los que prefieren las pruebas fehacientes antes que las historias para el postre: no existe hasta ahora un registro público que confirme la existencia concreta de ese WhatsApp con foto y dedicatoria.

Mientras tanto, la versión es perfecta para alimentar las sobremesas y los monólogos de los programas de la noche.